La cantidad de kombucha que se puede consumir diariamente depende de varios factores, como la salud general, la edad, el peso corporal y la tolerancia individual de cada persona. En general, se recomienda que se consuma kombucha con moderación, ya que es una bebida fermentada y puede contener pequeñas cantidades de alcohol y cafeína.

El consumo excesivo de kombucha puede causar efectos secundarios, como dolor abdominal, diarrea, náuseas, vómitos e incluso puede provocar una sobredosis de cafeína o alcohol. Además, si se consume kombucha casera, existe un riesgo de contaminación bacteriana que puede causar enfermedades.

Se recomienda que las personas que deseen incorporar la kombucha en su dieta comiencen con pequeñas cantidades, como una taza al día, y monitoreen cualquier efecto secundario. Si se experimenta algún problema de salud al consumir kombucha, es importante dejar de beberla y consultar a un médico.