¿Qué es Kombucha?

Kombucha es una bebida milenaria, en base a la fermentación del té y alguna fuente de azúcar. La fermentación la realiza una colonia de Bacterias y Levaduras en Simbiosis, que habitan en un biofilm llamado SCOBY, (Symbiotic Culture Of Bacteria and Yeast), con el aspecto de una gelatina flotante. Nuestra Kombucha se vuelve naturalmente rica en Probióticos, Ácidos orgánicos, Vitaminas, Antioxidantes, Aminoácidos, Polifenoles y Enzimas Activas.

 

¿Qué sabor tiene?

Tiene la textura de la cerveza al tener espuma y gasificación natural, un ligero sabor ácido como la sidra de manzana. Además, con un equilibrado sabor del té, dándole una leve amargura y astringencia, y un poco dulce por el azúcar residual que queda luego de la fermentación.

 

¿Por qué contiene azúcar?

Al igual que otros alimentos fermentados como el yogur, quesos, encurtidos (chucrut, aceitunas, pepinillos), cervezas, vinos, entre otros, los microorganismos fermentan consumiendo el azúcar. Nuestra Kombucha es baja en calorías (6% de una bebida soda azucarada) y el azúcar es residual, y ya fue usada por los probióticos.

 

¿Por qué el “The Living Energy”?

En honor a la energía vital que habita en todos los seres vivos, con un potencial inmenso de auto-sanación. Todos estos seres vivos están correlacionados, en distintos tipos de relaciones, especialmente nosotros que debemos nuestra vida y salud a los microorganismos que habitan en simbiosis en nuestro intestino. La Kombucha es un alimento probiótico vivo para un cuerpo vivo.

 

¿Qué son los probióticos?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) definió los probióticos como «Microorganismos vivos que, cuando son suministrados en cantidades adecuadas, promueven beneficios en la salud del organismo hospedador». Esta relación beneficiosa es conocida como simbiosis.

Todo nuestro cuerpo está colonizado por microorganismos, en distintas cantidades y tipos según cada parte del cuerpo; tenemos unas 10 veces más bacterias que células en nuestro organismo!

La mayoría de las enfermedades se originan cuando existe un desbalance, dejando espacio para la colonización de microorganismos nocivos, generando un extra esfuerzo en combatirlos y desintoxicar de sus metabolitos. La Kombucha contiene Bacterias y Levaduras beneficiosas que colonizan la flora intestinal, mejorando las funciones biológicas y promoviendo un estado de bienestar general.

¿Por qué es tan importante la salud intestinal?

El intestino ha sido llamado el segundo cerebro: en él se producen entre un 80% y un 95% de la Serotonina (también llamada como la hormona de la felicidad, del placer o del humor) y un 50% de la Dopamina (vital en la motivación, la memoria, el deseo, regula el sueño, la atención y la actividad motora, entre otros).

Nuestro intestino es nuestra mayor superficie de contacto con el exterior! Sus pliegues y vellosidades son plataforma de intercambio entre lo que entra y lo que sale de nuestro cuerpo, transportado en el torrente sanguíneo. Más que lo que comemos, lo importante es lo que somos capaces de absorber.

 

¿Por qué consumir Kombucha?

Sus probióticos mejoran tu flora intestinal, desplazando a las bacterias “malas”, dejando poco lugar para que estas se alojen, ayudando al trabajo del sistema inmune. Una flora intestinal sana mejora los procesos de digestión de los alimentos, absorción de los nutrientes y desintoxicación de químicos, metales pesados y metabolitos, entre otros. Lo anterior se traduce en menos esfuerzo para los distintos órganos, promoviendo una sensación de bienestar; y mayor vitalidad para realizar todas sus funciones y recuperarse naturalmente.

Además, se reducen los “bajones” o antojos de azúcar, ya que estos en general tienen relación con un exceso de bacterias “malas”, amantes del azúcar, que se reproducen descontroladamente y luego necesitan alimentarse.

Algunos la consumen como un tónico medicinal, otros por ser una bebida deliciosa y saludable y una de las muchas opciones de alimentos fermentados. Nos encanta porque es fácil de beber en cualquier momento del día y combinar tan bien con los sabores. Además, hacer Kombucha es simplemente divertido.

 

¿Cuánto se recomienda beber?

Al consumir por primera vez, recomendamos comenzar con sólo una botella (333 cc.),  presentando estos nuevos probióticos en forma progresiva en su sistema. Luego se puede beber todo lo que quieras!

Pero ojo: todo el mundo tiene un sistema único, por lo tanto, sugerimos escuchar a su cuerpo cuando se trata de determinar la cantidad adecuada para usted. Quienes ya están acostumbrados, pueden tomar en mayores cantidades, nosotros tomamos hasta 3 Litros diarios “trust your gut”.

 

¿Qué recomiendan los especialistas?

Alcohol: La Kombucha contiene una pequeña traza de alcohol (0.5%), al igual que una cerveza sin alcohol o un jugo natural que quedó de un día para otro. Aunque ese nivel no es considerado “bebida alcohólica” por ley, debe ser considerado por quienes desean evitar el alcohol al 100%, ya sea por motivos de salud, embarazo, religiosos, u otros.

Embarazadas y lactantes: Quienes están acostumbradas a la Kombucha, pueden continuar, en pequeñas dosis. Ojo quienes desean comenzar a consumir: “No se recomienda a mujeres embarazadas comenzar ningún programa de desintoxicación durante el embarazo, porque las toxinas liberadas en su cuerpo se transmitirán al niño a través de la leche materna”. Además, generalmente se acepta que las mujeres no deben introducir nada nuevo en su sistema durante el embarazo. Sin embargo, ante la duda, siempre aconsejamos consultar con su médico.

¡Cada una de todas las edades puede disfrutar de Kombucha! recuerde que los niños son más pequeños, por lo tanto sus porciones deben ser también.

 

¿Por qué necesitamos probióticos?

Normalmente la naturaleza provee de los microorganismos que necesitamos para digerir cada alimento en particular. Por ejemplo la leche, antes de ser pasteurizada es naturalmente rica en lactobacilos.

Los probióticos son recetados cada vez más por doctores, al reconocer que muchas enfermedades se originan por una flora intestinal deficiente y poco variada. 
Dietas altas en alimentos con conservantes químicos, pasteurizados, antibióticos, agua clorada, frutas y vegetales con trazas de plaguicidas, y exceso de higiene, son algunas razones para una flora intestinal poco diversa.

 

¿Viste una colonia flotando?

Son tus queridos probióticos! Se llama Scoby, que la sigla en inglés de “Cultivo Simbiótico de Bacterias y Levaduras”. Piense en él como un arrecife que alberga miles de millones de probióticos vivos. Técnicamente es un biofilm, digamos que es la estructura que forman estos microorganismos para sobrevivir por muchos años, incluso deshidratado! Esto no está visiblemente presente en el momento del embotellado, pero se forma posteriormente como una indicación de que el producto todavía está vivo y activo. Cuanto más tiempo se embotella el producto, y a temperatura ambiente más fibras se forman!.

 

¿Se puede comer el SCOBY?

Si! Nos encanta! De hecho es utilizado en la cocina desde sus inicios, y actualmente crece su valor gourmet, en recetas como  “calamares veganos” o “cuero frutal”. Su composición es casi pura fibra (celulosa), con sabor a Kombucha, textura como calamares, presentando tantos probióticos como el líquido mismo.

 

¿Cómo lo guardo?

Debido a que es un alimento sin pasteurizar, vivo y sin conservantes, recomendamos mantener  refrigeradas (2° - 12°C). Sin embargo, no hay problema con almacenar sin refrigerar una o dos semanas, si las temperaturas no son muy altas (bajo 20°C) y evitando la exposición solar. Al continuar la fermentación en botella la efervescencia podría aumentar un poco, junto con la acidez y las colonias probióticas flotantes.

 

¿Puedo agitarlo?

Alguna vez agitaste una cerveza o una bebida carbonatada? Su efervescencia se perdería toda de una vez al abrirse, pudiendo terminar en una erupción!. Para mezclar el sedimento de probióticos, recomendamos mover la botella suavemente.

 

¿Puedo beber el producto después de su fecha de caducidad?

Con el paso del tiempo, las colonias probióticas serán más visibles visualmente, pero no es problema! Puedes beberlas con tranquilidad. Además se puede sentir más ácida y con una gasificación mayor. Algunas cepas probióticas se encontrarán en menor proporción, predominando las acetobacterias (de ahí el sabor más ácido). Por eso recomendamos consumir nuestro Kombucha en o antes de la fecha impresa en la parte inferior de la botella.

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